Hemos mencionado que luz es un factor muy importante en el cultivo de Cannabis, y es que literalmente existe nutrición lumínica con la cual la planta genera azúcares como fuente de energía. Las plantas necesitan luz que se encuentre en el  espectro PAR, incluyendo luz que es invisible al ojo humano. Focos comunes son útiles para interrumpir la floración en invernadero o para crecer plántulas y clones más rápido, pero en cultivo de interior es mejor utilizar aparatos especiales, es decir , luces de cultivo, para la etapa vegetativa y de floración. En exterior o cultivo protegido, la luz del sol será más que suficiente.


También hablamos sobre los niveles de dióxido de carbono (CO2), haciendo referencia a la nutrición carbónica que las plantas necesitan para crear tejido vegetal mediante la fotosíntesis. En exterior, los niveles de carbono son excelentes para que las plantas crezcan sin mayor problema, pero en cultivo de invernadero e interior se necesita fomentar el intercambio de aire, la ventilación, circulación e incluso considerar la suplementación de CO2 en algunos casos.

La nutrición en la que comúnmente pensamos es la nutrición mineral, que se refiere a cantidades considerables de Nitrógeno, Fósforo y Potasio, cantidades suficientes de Calcio y Magnesio y existencia de Boro, Zinc, Manganeso, Hierro y Molibdeno en nuestro sustrato o nutrientes aplicados en el suelo u hojas.


Los nutrientes son necesarios para que la planta pueda llegar más allá en su producción, sobre todo si cultivamos en contenedores.


En cuanto al riego, no existe una medida exacta para saber qué tanta agua necesita una planta ya que existen diferentes variables como el tamaño, etapa de producción, condiciones ambientales, etc., pero definitivamente debemos cuidar que el agua que utilicemos no tenga sólidos disueltos como calcio en lugares donde el agua es dura, así que asegúrate de revisar la conductividad eléctrica y pH del agua de riego, puede que sea mejor que utilices agua purificada.

La conductividad eléctrica es una medida indirecta de la cantidad de nutrientes en el sustrato y agua de riego, se mide en partes por millón (ppm) o microsiemens por centímetro (mS/cm). Cuando utilizamos nutrientes debemos de medir la conductividad eléctrica del agua con la que los combinaremos, pues entre más cercana esté a 0ppm, mejor será para esta tarea, por lo que en lugares donde el agua de la llave contiene otros sólidos disueltos será mejor evitar su uso y comprar agua destilada o purificada. Así mismo, debemos controlar la cantidad de ppm de nutrientes que agreguemos según la etapa de desarrollo de la planta y, junto con el pH, también se debe de revisar el efluente de riego (drenaje) una vez que se haya alimentado a la planta.

El pH es un abreviación de “Potencial Hidrógeno”, y mide la cantidad de iones hidroxilos o de hidrogeno en una solución. Se mide del 1 al 14, siendo el 7 la mitad y considerado “neutro” y cualquier número mayor es “alcalino” y números menores se consideran “ácidos”. El pH idóneo para la Cannabis es entre 5.5 y 7. Para controlarlo, se utilizan productos como pH Up y pH Down e incluso se puede utilizar cal agrícola, vinagre, bicarbonato y otros productos para este fin.

No te preocupes, si compras nutrientes de marcas dedicadas a la Cannabis, los proveedores complementan el producto con instrucciones de aplicación. 


En tus herramientas de cultivo no puede faltar uno de estos.



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