La primera decisión que debes tomar es sobre la locación de tus plantas: ¿Es la privacidad algo que debas cuidar? ¿No cuentas con un espacio expuesto al sol o vives en un pequeño departamento? También es posible que prefieras controlar absolutamente todas las variables de tu cultivo, aunque debas invertir más en un inicio, y de esta forma obtener la mejor flor de Cannabis posible.

Para fines prácticos nos referiremos al cultivo de interior como aquel que reemplaza por completo la luz del sol en espacios cerrados. Como ventaja podemos identificar el control del ciclo productivo de la planta al poder deprivarla de luz y obtener flores fuera de temporada, la maximización de la productividad y el control de las condiciones ambientales para evitar la aparición de plagas y enfermedades.

Las desventajas son la inversión inicial, el gasto de energía, la baja resiliencia de los cuartos ante plagas y la curva de aprendizaje puede ser intimidante, pero son obstáculos que fácilmente se superan cultivando una y otra vez hasta dominarlos.

Por otra parte, el cultivo en exterior es aquel que aprovecha y depende al 100% de la luz del sol. No hay luz de mayor calidad para las plantas que la del sol y además ¡es gratis!, es seguro que obtendrás buenas producciones con ella. 



No hay mejor luz para cultivar que la que emite el Sol.

Sin embargo las desventajas son varias: el cultivo está expuesto a condiciones ambientales y poblaciones naturales de plagas; a menos de que estés utilizando semillas autoflorecientes, no podrás obtener flores hasta que las horas de luz en tu hemisferio sean 12 o menos. 

Esto hace que el cultivo en zonas ecuatoriales (Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela) sea complicado por la similitud de sus horas de luz y oscuridad lo siempre cercanas a 12/12 todo el año, lo que obliga producir en ciclos cortos o agregar luces suplementarias.

Lo mejor de ambos mundos sería cultivar en exterior, protegiendo de condiciones ambientales con alguna infraestructura traslúcida que permita aprovechar la luz del sol. Esto no necesariamente se refiere a invernaderos de alta inversión, puesto que puedes utilizar malla-sombras en lugares donde las temperaturas sean muy extremas o tubos en forma de arco y plástico agrícola, ambos de PVC, para crear una cubierta.

Es importante agregar que, a pesar de ser el recurso más importante, en el exterior se ofrecen más recursos que sólo la luz del sol: las corrientes de aire mantienen el nivel de CO2 adecuado, además de fomentar el engrosamiento de los tallos y ramas al estimular mecánicamente las plantas; el agua de lluvia es superior como riego por su carga biológica y nutrimental. Estas condiciones ambientales deben ser reemplazadas en un armario o cuarto de interior.

Todas estas circunstancias te harán elegir uno u otro tipo de cultivo, pero de antemano te queremos decir que ninguna metodología es superior a la otra, simplemente debes adaptar tus necesidades y posibilidades económicas y de espacio para optimizar tu operación lo más que puedas.


Exterior

La planta utiliza la luz del sol y está expuesta al ambiente.

Mixto

La planta utiliza la luz del sol principalmente y NO está expuesta al ambiente.​

Interior

La planta uti​liza luces artificiales y no está expuesta al ambiente.


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