Entrenamientos
Esta actividad no es única de la Cannabis: para la producción de tomates y pepinos se utilizan tutores para levantar el tallo de las plantas y que así no toquen el piso por el peso de los frutos, en algunas especies de chiles se realizan cortes de las primeras flores para que la planta crezca un poco más antes de dar frutos, a los árboles se les retira el ápice para que ramifiquen y se “ralean” para fomentar el crecimiento de frutos. Si tienes experiencia con otros cultivos, muy probablemente no se te haga complicado entrenar tu planta de Cannabis.
Dependiendo de si se retiran o no partes vegetales de la planta, el entrenamiento se considera de Alto Estrés (HST) o de Bajo Estrés (LST).
El entrenamiento de alto estrés más conocido es el “corte apical”, que consiste en retirar el brote más nuevo de la planta a partir de que presenta de 3 a 5 nudos y de esta forma obtener 2 ápices principales en vez de sólo 1, para posteriormente volver a realizar la misma acción en ambos si así se desea.
Una versión avanzada del corte apical es el corte “FIM” que es básicamente un corte apical al brote más nuevo pero únicamente la mitad superior, para que de esta forma se puedan obtener hasta 4 ápices nuevos.
Finalmente, el “super-cropping” es una técnica que no realiza cortes sino que rompe los tejidos internos de un tallo para que se doble, forme callo y se abra horizontalmente un poco, con la intención de mejorar su porte.
Antes de una remoción de ápices o una poda agresiva, es recomendado que se deje de alimentar a las plantas como mínimo 3 días antes y después del evento para evitar estrés, puesto que el nitrógeno que alimentamos es para la creación de hojas, tallos y ramas y el ofrecerlo al mismo tiempo que retiramos material vegetal puede estresar a la planta.
En cambio, los entrenamientos de bajo estrés no realizan cortes, sino que sólo doblan a la planta utilizando clips, cables, hilos o empujándola con tutores tipo red o soportándola con tubos o bambú. Estos no fomentan la ramificación si no que se enfocan en que la luz alcance de manera satisfactoria todas las flores que se desarrollan en la planta y así tengan una producción similar al ápice principal. De igual manera nos ayuda a que las plantas no caigan por su propio peso y que las flores no se toquen unas con otras.
Se pueden combinar entrenamientos. Realizar 1 o 2 cortes apicales para después colocar un tutor en forma de red es algo común en cultivos comerciales. Recuerda que las variedades autoflorecientes es mejor no entrenarlas.
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